Con un Vélez repleto y los laureles intactos, la Doncella ofreció un show a la altura de su historia y del gran momento que sigue prolongando en el tiempo. Más allá de las anécdotas, he aquí otro gran show para reportar en los anales de la Bestia. // publicado por: César Fuentes Rodríguez
Otra noche de gloria para sumar entre las muchas que ya acumula Iron Maiden en suelo argentino. Sólo que esta vez la gloria tenía sabor a doble porque un par de días antes la banda de Harris y compañía tocó por primera vez en la capital de otra provincia. Córdoba, apodada La Docta, cumplió el sueño de convertirse en otro hito en las giras mundiales de la Doncella y hubo lugar de sobra para la emoción y el éxito. Más considerando que el percance del Air Force One en Chile tuvo repercusión global y algunos maliciaban una posible cancelación. Pero con avión o sin él, Iron Maiden hizo honor a la letra de su canción homónima y alcanzó finalmente a los cordobeses en su terruño.
La larga fila para acceder al estadio me impidió ver a The Raven Age, la banda del hijo de Steve Harris que, con un perfil moderno y trillado y algunas canciones escuchadas de antemano, me generaba pocas expectativas. En efecto, los comentarios generales tanto en Córdoba como en Buenos Aires fueron de tibios a indiferentes pero no tuve oportunidad de comprobarlos. Sí en cambio la magnitud del show de Anthrax, que con apenas 8 temas y unos cuarenta y cinco minutos sobre las tablas dejaron bien en claro que aun como soporte representan un acto de lujo. Impresionante el set de los neoyorquinos, que con apenas dos cortes del último álbum "For All Kings", un par de sus covers mimados ("Antisocial" y "Got The Time") y un puñado de clásicos incombustibles dejaron con ganas de más, mucho más, a una concurrencia por lejos superior en número a la que suelen albergar en sus recitales como cabeza de cartel. Joey Belladonna se devoró el show con una calidad vocal impecable, y desde la apertura con "Caught In A Mosh" hasta el cierre apoteótico con "Indians" Anthrax ofreció un bloque sólido de thrash potente y dinámico que tomó por sorpresa a parte del público y deleitó sin tapujos al resto. Algunos nos llevamos una vez más la impresión de que, si de los "4 grandes" hablamos, son sin duda los de Scott Ian los que se encuentran en su mejor momento creativo y energético.
Pasadas las 21 hs. sonó el clásico "Doctor, Doctor" de UFO con el escenario semi-iluminado y se desató la euforia. En el campo no cabía un alfiler y el apretujamiento era de asfixia pero las imágenes digitales del Ed Force One perdido en la selva que remonta el vuelo ayudado por la mano cadavérica de Eddie brotando de la tierra bastó para encender los deseos. Bruce Dickinson enfundado en capucha ante un altar humeante ofició como sacerdote del rito que estaba por celebrarse mientras entonaba "If Eternity Should Fail", una opción arriesgada como apertura. De hecho, la banda ha apoyado fuertemente el repertorio de esta gira en el nuevo álbum "The Book Of Souls", conscientes del impacto positivo que ha tenido en fans y no tanto. Casi toda la primera parte del set está dedicada a él con la interrupción calculada de uno que otro clásico imprescindible.
Decir que los Iron Maiden son ultraprofesionales o que su show peca de grandioso constituye a esta altura una redundancia. Esta vez la escenografía maya, acaso más sobria y reposada con sus pirámides rodeadas de vegetación y cielos de atardecer que tienden a sosegar la vista antes que a excitarla, resultó menos caótica y permitió al público concentrarse en el deambular de los músicos. Y todo pareció tanto más relajado, amén de profesional y grandioso, que otras veces. Hubo chistes, sonrisas y miradas cómplices a granel entre los miembros de la Bestia como en el mejor de los tiempos. Y hablando de buenos ánimos y adrenalina, en todo está Bruce Dickinson, que llega a las notas altas con una comodidad inaudita, abarca todos los rincones del escenario, y termina las canciones sin que se le note un jadeo, aunque bañado por la intensa transpiración que el calor de la noche del barrio de Liniers y el fervor de 45.000 almas justificaban plenamente.
Antes de que el tema "The Book Of Souls" sonara, Bruce explicó la letra a través de un breve discurso que ya se ha hecho viral: "Esta es una canción acerca de civilizaciones e imperios y poder y sobre qué es lo que pasa cuando todo termina. Y los imperios ascienden y los imperios caen. Y es la gente que queda atrapada en el medio de todo eso. Ustedes son muchas veces las víctimas. Entonces, valoro estar acá en Argentina, siendo inglés, y valoro el poder llamarlos ahora mis amigos. Y no quiero más mierda. Nunca más. ¿De acuerdo?". Se trata de una referencia a la patética y errada reacción con abucheos de un sector ultranacionalista del público argentino hacia la presencia de la bandera inglesa en "The Trooper" en algún show pasado. Destacó que dos días atrás el almanaque había indicado el natalicio de Steve Harris, así que propuso cantarle el Feliz Cumpleaños ante un estadio deseoso de celebrar al origen y motor de este monstruo que llamamos Iron Maiden. Con sesenta años cumplidos, Harris se sacó luego la camiseta argentina y reveló un cuerpo envidiable que hasta serviría para hacer propaganda del Heavy Metal como elixir de la juventud. Sus declaraciones de días anteriores acerca de que ya hay que ir pensando en el final de una carrera no parecen tener nada que ver con el despliegue de la banda o el pináculo artístico en que se encuentra. Quien no la pasó tan mal como en Córdoba fue el Eddie Maya que salió a merodear sobre las tablas, y apenas consumadas un par de piruetas de Janick Gers deslizándose entre sus piernas para no dejarse atrapar y la pantomima de Bruce arrancándole el corazón de utilería, volvió a las sombras de las bambalinas sin lamentarse por el porrazo memorable del otro día.
"Hallowed Be Thy Name" resultó un tornado de perfección que nada delata como el tour de force que representa en realidad, y precedió al intenso "Fear Of The Dark", nada menos que el tema que en el documental "Flight 666" identificó a la Argentina y cuyo álbum homónimo fue el primero que hizo llegar a la Doncella a estas costas allá por 1992. La cabeza gigante de Eddie detrás de la batería de Nicko llenó de asombro a la concurrencia. Pero es que el asombro marca la tónica para el espectáculo que representa Maiden. El bis trajo al escenario al diabólico macho cabrío que entre columnas de fuego sirve de decorado al emblemático "The Number Of The Beast". Y cuando uno cree que la efusión llegó a su punto máximo, surge otra breve alocución de Bruce acerca de la concordia que reina entre los fans de la banda, y "Blood Brothers" le pone paños fríos a la conclusión del concierto con miles de voces coreando el estribillo de un vals que mueve al compás el mar de cabezas antes de la arremetida final.
"Wasted Years" podría resultar menospreciado como número de cierre si uno no toma en cuenta que la letra es tan vigente, tan sabia y tan reveladora hoy como quizás nunca antes.
Así que, convencete,
No desperdicies tu tiempo buscando siempre aquellos años pasados
Levanta la cabeza, plantate.
Y date cuenta de que estás viviendo en los años dorados.
Porque es así. Vivimos épocas en las que el inexorable paso del tiempo está diezmando a nuestros héroes del rock. No habrá nostalgia ni recambio que valga. Los originales, los irrepetibles, los que pusieron su piedra basal en el edificio van mermando con cada ciclo de discos y giras. Y disfrutar a la Doncella en semejante estela de gloria durante este presente de tardía vendimia es uno de esos raros privilegios de los que no conviene privarse si amás esta música de corazón.
Por mi parte, al encenderse las luces y empezar a tararear los simpáticos sones de "Always Look At The Bright Side Of Life" mientras la desconcentración y el cansancio vuelven a su espesor de realidad, no pude dejar de sentir qué corta se me hizo la velada y cuán largo parece el camino hasta volver a ver a la Bestia rugiendo en un estadio repleto donde los sueños colectivos cobran vida y no hay lugar para la desazón o el desmayo.
Set Anthrax: Caught in a Mosh / Got the Time / Antisocial / Fight 'Em 'Til You Can't / Evil Twin / Medusa / Breathing Lightning / Indians
Set Iron Maiden: If Eternity Should Fail l Speed of Light l Children of the Damned l Tears of a Clown l The Red and the Black l The Trooper l Powerslave l Death or Glory l The Book of Souls l Hallowed Be Thy Name l Fear of the Dark l Iron Maiden l The Number of the Beast l Blood Brothers l Wasted Years