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Hard Rock De Otra Dimensión

16 de Octubre de 2013 // AEROSMITH - WHITESNAKE (GEBA (sede San Martín), 12-10-2013)

Hard Rock De Otra Dimensión

A veces quedarse sin palabras es positivo, y ciertamente no hay frases que describan apropiadamente el show de Aerosmith en GEBA. Por si fuera poco, lo antecedió una más que digna presentación de Whitesnake en el escenario contiguo. // publicado por: César Fuentes Rodríguez

Allá por los '90s, cuando la generación menopáusica del grunge se quejaba en reportajes de que no podía manejar el éxito, la exposición de los medios, el fulgor de las luces, la adoración de la gente y la presión de ser estrellas de rock, Steven Tyler les salió al cruce diciendo: "¡Déjennoslo a nosotros! ¡Nosotros sí sabemos qué hacer!". Hoy del grunge quedan vestigios pero Aerosmith, con 43 años de carrera sobre sus espaldas, brilla sobre los escenarios del mundo y continúa dando lecciones.

Reconozco que no me interesaba nada en la grilla del primer día del Personal Fest salvo las dos bandas que cerraban. Había visto ya a Buckcherry cuando vinieron con Mötley Crüe y no me movieron un pelo, y en cuanto al trío británico Band Of Skulls me encontré con una banda lo bastante agradable como para investigar más. De modo que apenas terminaron me pasé al escenario de al lado cuando ya sonaba en los parlantes "My Generation" de The Who, y me complació descubrir a Whitesnake en buena forma. La inquietud, por supuesto, tiene que ver con la performance vocal de David Coverdale, inestable por demás en los últimos tiempos. Aunque el show no fue extenso, resultó mucho más sólida que las dos anteriores (en Racing como soporte de Judas Priest y en el Luna Park). David se cuidó de excederse con los gritos y dejó bastante menos para cantar en manos de la audiencia. Seis números bien temperados de los viejos tiempos lo plantaron firmemente ante una multitud que celebraba la ocasión de reencontrarse con la garganta cálida y familiar que le regaló tantas canciones entrañables a lo largo de su carrera, y el prócer manejó el escenario con total control de la situación, arengando sólo lo necesario con su "Make some fuckin' noise!", que más que grito de guerra es de condescendencia, ya que a nadie se le ocurriría perderse de aclamar clásicos como "Ready an' Willing " o "Love Ain't No Stranger". Puede que a esta altura y sobre todo en un show que apenas llega a la hora de duración los solos salgan sobrando, aunque siempre es interesante ver cómo un monstruo de la trayectoria de Tommy Aldridge bate los parches con las manos. Acaso el duelo de violas que realizaron Reb Beach y Doug Aldrich no lució como otras veces, pero la introducción de armónica del bajista Michael Devin resultó un auténtico hallazgo climático.

A la mitad del show hileras de espectadores comenzaron a migrar hacia el escenario donde se presentaría Aerosmith en busca de buena ubicación. Algo difícil de entender para mí, por lo menos, porque implicaba perderse lo más electrizante, que vino de la mano de "Here I Go Again", "Still Of The Night" y un inobjetable final con "Burn" de Deep Purple mechado con una estrofa de "Stormbringer". Fiel al libreto y sin sorpresas, pero eficaz como siempre, Whitesnake se metió a su público en el bolsillo y revalidó pergaminos.

Lo que vino luego fue un portento. Tuve la suerte de ver muchas veces a Aerosmith, en Argentina y afuera, y me atrevo a afirmar que éste se convirtió en mi concierto favorito de todos ellos, por más que la ausencia por enfermedad del gran Tom Hamilton en el bajo (reemplazado debidamente por David Hull del Joe Perry Project) resulte irreparable. Steven Tyler y Joe Perry se cargaron al hombro todo el peso del espectáculo y buena parte del impacto musical de la banda, pero hubo mucho más de lo que cabía esperar. Por empezar, la disposición del escenario con una pasarela que se adentraba en el campo y desembocaba en una módica explanada los ponía casi al alcance de las manos y visibles desde todas partes. A eso hay que sumarle la extraordinaria participación de las cámaras, con una que incluso seguía a los músicos sobre el escenario ofreciendo primeros planos jugosísimos. Y sobre todo la pantalla gigante que se elevaba detrás de la batería de Joey Kramer y permitía ver los detalles del evento como si se estuviese dentro de un DVD.

El repertorio también era, de antemano, una delicia. Muchos clásicos de los '70s que se entrelazaban con lo más significativo de la etapa post-reunión sin abusar de la baladas. De hecho, a no pocos les sorprendió el escaso material del nuevo álbum. Salvo la apertura con la intro grabada de "Music From Another Dimension!" y la inofensiva "Oh Yeah", no hubo más, y el arranque con "Draw The Line" ya le puso ritmo de fiesta y sana nostalgia al acontecimiento. "¿Prefieren la vieja mierda o la nueva mierda?" -preguntó un inquieto Tyler cargado de trapos claros, y se lanzó a vocear un clásico de media carrera como lo es "Dude (Looks Like A Lady)" ante un público que seguía saltando en el frenesí de un tema movido tras otro. "Cryin'" no frenó la adrenalina sino que puso en evidencia la extraordinaria capacidad vocal de Steven. Russ Irwin no solamente se dedica a los teclados sino que hace la tradicional segunda voz de la que en un tiempo ya remoto se encargaba Joe. Hoy por hoy, Perry recibe también su apoyo cuando canta "Combination" mientras pulsa concienzudamente las cuerdas. Entretanto, en la pantalla podían verse imágenes del violero comprando una remera de la Selección Argentina en San Telmo. "Last Child" fue el momento destacado del sobrio Brad Whitford, con sombrero y barba blanca y muy lejos de la facha glamourosa de la dupla Tyler/Perry, pero firme junto al espinazo rítmico de la banda con su siempre confiable segunda guitarra.

Ciertamente, Steven Tyler merece su párrafo aparte. Deberíamos decir el increíble Steven Tyler, porque con 65 años lo hemos visto hacer sobre las tablas cosas de las que no son capaces chicos de un tercio de su edad. No sólo sostiene dos horas de show sin que le falte el aliento sino que su garganta se encuentra tan entera como siempre, estallando en el falsete lo mismo que en el berrido, cantando a voz en cuello sin menoscabar la afinación y afrontando los cambios tonales con maravillosa cadencia. Se anima a la intensidad de "Toys In The Attic" con igual galanura que al desgarrado inicio de "What It Takes" o al funk de "Mother Popcorn" de James Brown, y nunca defrauda. Por el mismo precio, corre por el escenario, desfila, baila, juega con la cámara, salta arrastrando el pie del micrófono entre sus muslos, interpreta con su pose y su expresión el sentido de las letras y hasta baja del escenario para embeberse del calor de los fans. En "Walk This Way", hasta toca la batería junto a Joey Kramer. Nada parece imposible para este frontman excepcional que hechizó a la masa de GEBA como sólo un gran artista lo puede hacer.

En los bises y tras el cambio de vestuario, un piano de cola blanco sobre la explanada anticipó "Dream On", el lejano primer hit de la banda. Joe Perry se subió encima empuñando la viola y luego tomó su lugar el cantante mientras los reflectores hervían sobre la escena. Y aún quedaba el gran final con "Sweet Emotion", montada sobre el legendario riff de bajo, con el violero a puro feedback sacándole humo a los amplificadores (literalmente, gracias a los efectos especiales) y la andanada final con explosiones y la nube de papelitos inundando el ambiente. Tras los saludos, Steven Tyler se despidió lentamente haciendo la mímica de "Mannish Boy" de Muddy Waters, como si no se quisiera ir del escenario, como si su propio entusiasmo superase el de los aficionados que cantaron cada tema y aplaudieron cada acción durante un recital que bien pudo ser el más significativo en la vida de muchos.

 

César Fuentes Rodríguez

Fotos: Víctor Guagnini

 

Setlist AEROSMITH

Draw the Line

Love in an Elevator

Toys in the Attic

Oh Yeah

Pink

Dude (Looks Like a Lady)

Same Old Song and Dance

Cryin'

Last Child

Jaded

Combination

What It Takes

Livin' on the Edge

I Don't Want to Miss a Thing

No More No More

Come Together

Mother Popcorn

Walk This Way

 

Bis

Dream On

Sweet Emotion

 

Setlist WHITESNAKE

Give Me All Your Love

Ready an' Willing

Love Ain't No Stranger

Is This Love

Slide It In / Slow an' Easy

Love Will Set You Free

Pistols at Dawn (duelo de guitarra de Doug Aldrich y Reb Beach)

Steal Your Heart Away (incluido el solo de batería de Tommy Aldridge y precedido por el solo de armónica de Michael Devin)

Here I Go Again

Still of the Night

Burn (incluido un segmento de "Stormbringer")

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